domingo, 13 de febrero de 2011

“Aproximaciones a la teoría curricular”

“Aproximaciones a la teoría curricular”

Si se parte de la idea sobre el significado de la palabra currículo, se está analizando y reflexionando sobre los contenido que se le deben presentar a los alumnos para que tengan una línea de formación sustentada en pilares buenos de entendimiento.
Según el texto de Yolanda Fernández la educación es un sinónimo de desestabilidad o problema político esto quiere decir que se requiere investigar y pensar para después actuar y solucionar. El significado del currículo era lo que se debería enseñar además que no era muy digerible o entendible por parte de los docentes ya que se deriva o camina sobre diferentes direcciones por lo tanto se volvía complejo y sin sentido; no se sabe si es lo que se enseña o lo que se tiene que aprender o si es una sola cosa o forma parte de un todo; primordialmente es que debe incluir contenidos culturales que se deben de enseñar y qué es lo que el alumno puede ser capaz al terminar el proceso de formación básica. También es necesario que el currículo deba de formularse actividades y vivencias que deben de realizarse en clase.
El recoger información por parte del currículo es de gran importancia ya que de ello depende que se tenga un claro objetivo, de la información que se recabe es lo que necesita la sociedad y los aspectos culturales que se tienen de la educación: conocimientos, actitudes y valores para que los que aprendan lleguen a ser productivos y responsables con la sociedad en la que se desenvuelven (sociología). Lo psicológico también debe de tener información ya que se conocerá los procesos de desarrollo y de aprendizaje de los niños y con esto se relacionará con lo pedagógico ya que se fundamentará la vivencia y la investigación con las fuentes epistemológicas para llegar a un conocimiento científico. La metodología también es parte fundamental para conformar un currículo y conocer claramente las relaciones que guarda entre las interdiciplinas.
La educación escolar responde al hecho de que ciertas facetas del desarrollo de la persona, relativas fundamentalmente a aspectos ligados a la cultura en la que está inmerso, sólo están aseguradas si se lleva a cabo una intervención planificada desde la escuela. El avance cultural que se ha ido produciendo a lo largo de la evolución de los grupos sociales no viene incorporado en las capacidades que toda persona tiene por el hecho de serlo, ni se asegura por la mera interacción del sujeto con su entorno físico. Es necesaria la mediación de los agentes sociales, y entre ellos de la educación escolar, para promover el desarrollo integral de los alumnos.
Por ello, todo sistema educativo tiene que plantearse cuáles son estos ámbitos de actuación educativa y en qué va a consistir su intervención. El currículo se entiende como el proyecto que determina los objetivos de la educación escolar, es decir, Ios aspectos del desarrollo y de la incorporación a la cultura que la escuela trata de promover y propone un plan de acción adecuado para la consecución de estos objetivos.
El currículo tiene, por lo tanto, dos funciones diferentes. La de hacer explícitas las intenciones del sistema educativo, y, Ia de servir como guía para orientar la práctica pedagógica. Esta doble función se refleja en la información que recoge el currículo, en los elementos que lo componen, que pueden agruparse en torno a cuatro preguntas
1. ¿Qué enseñar? La respuesta a esta pregunta proporciona información sobre los objetivos y contenidos de la enseñanza.
2. ¿Cuándo enseñar? Es necesario decidir también la manera de ordenar y secuenciar estos objetivos y contenidos.
3. ¿Cómo enseñar? Se refiere a la necesidad de llevar a cabo una planificación de las actividades de enseñanza y aprendizaje que nos permita alcanzar los objetivos marcados.
4. ¿Qué cómo y cuándo evaluar? Por último, es imprescindible realizar una evaluación que permita juzgar sise han alcanzado los objetivos deseados.
En la primera pregunta se recogen los aspectos del currículo relativos a la primera función, al establecimiento de las intenciones. Las tres restantes se refieren al plan de acción que se debe seguir de acuerdo con estas intenciones y sirven de instrumento para desarrollar la práctica pedagógica.
Las intenciones y el plan de acción que se establecen en el currículo se plasman, en último término, en una determinada práctica pedagógica. El currículo incluye tanto el proyecto como su puesta en práctica. Esta propuesta curricular diferencia las dos fases, reservando el término de Diseño del currículo para el proyecto que recoge las intenciones y el plan de acción, y el de Desarrollo del currículo para el proceso de puesta en práctica. Estas dos fases tienen una enorme relación entre sí, ya que la información obtenida de aplicación del currículo debe servir para ir modificando el diseño, ajustándolo progresivamente a las condiciones reales. Sólo llevando a cabo este ciclo completo se respeta la naturaleza dinámica del currículo, evitando que se convierta en una serie de principios fosilizados incapaces de generar ningún tipo de innovación educativa.

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